ALpES

El martes pasado nos íbamos así de happys. Llegar a Geneve, coser y cantar. De Geneve a Chamonix un poquito pesado en bus, pero el balance da positivo. El miércoles nos acercamos a informarnos de la meteo y las condiciones en las que estaba la montaña.

Seguimos las recomendaciones que nos dieron en la Mansión de la Montaña (Chamonix).
Ni intentar subir Mont Blanc por la Ruta de los cuatromiles.

Había estado nevando bastante los días pasados a nuestra llegada. Los aludes y el espesor de la nieve fresca podrían ser y de hecho finalmente lo fue para un grupo de siete personas y un guía de allí, el cual perdió la vida, un peligro de alto riesgo.

En la montaña no hay que arriesgar más que lo justo y necesario, Está ahí para disfrutarla y de ahí no se moverá. Puedes volver cuantas veces quieras hasta que la naturaleza te ofrezca la posibilidad de patearla, coronarla o comerte un trozo si es lo que deseas. Pero poner en peligro la vida por ascender cualquier montaña, ya bien sea grande o pequeña, es una opción irracional bajo mi punto de vista.

Así que bajo consenso, como todas las decisiones que se han tomado en éste viaje, llegamos al acuerdo de subir por la "Ruta normal"

Todo el viaje en sí salió redondo. Ya os iré contando. Pero donde yo sentí que entraba en acción fue esperando el tren cremallera para subir a Le Nid d'Aigle donde comenzaría realmente nuestra ascensión al Mont Blanc.