sábado

LO MÍNIMAMENTE IMPRESCINDIBLE

Llevo todo en la mochila. Él también lleva todo en la mochila.
El saco que albergará sueños y pasos. Infiernillo y gas imprescindible. La manta térmica. Mapas.

 Los crampones que mordisquearán  la nieve, el  hielo, 
inseparables de los piolets. Cuerda, mosquetón, ocho. 

La ropa adecuada para el clima, la altura y los cambios que pudieran darse (pelotón de calcetines y guantes varios siempre). La luz frontal y baterías. Encendedor. 

 El casco, la comida, el agua. El móvil, neceser. Alguna bolsa de plástico: los desperdicios hay que bajarlos siempre. Una cinta. Tienda de campaña. Bueno... ahora media tienda de campaña, Nacho lleva la otra media vayamos o no a un refugio. 

Bastones, esterilla. Gafas. 


 Y lo que no puede faltar es un libro, dos o tres. Tengo una etapa 
muy de Thoreau, siempre va a la seta de la mochila, al menos uno de él, ya sea Desobediencia civil y selección de citas, Las manzanas silvestres, Diarios, Walden...  

...  No puedo evitarlo. El Moleskyne y los bolígrafos, como el agua y
horquillas, siempresiempre. 
Llevo todo en la mochila. Llevamos los dos todo en la mochila, lo mínimamente imprescindible, y regresamos con todo incluyendo los desperdicios generados. 


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