Los secretos de las cosas se descubren a ritmo acompasado
o veloz. El secreto de lo salvaje, de lo natural, se descubre observando o
aguzando los sentidos. Para contemplar hay que emplear un tiempo o fusionarnos
con el medio como si fuésemos viento veloz.
Nuestras sombras caminan pegadas siempre a
nuestros pies; cuando la luz nos las muestra es como mirarnos al espejo; nos
devuelve solo la imagen y no quienes somos realmente... pero mira dónde estás, piensa
cómo has llegado hasta allí y sabrás algo más de ti.
Para continuar tú decides siempre hacia dónde y
cómo volar.
Cada día bosquejamos
acontecimientos así como el pintor pincela su lienzo y la cantante entona su tonada
asturiana.
Cultivando austeridad, me siento inmensamente
rica.
Recorro los jardines más bellos, me entusiasmo al
contemplar la transformación y evolución. ¿Qué más se puede pedir?
Aún se mantiene fresco en el recuerdo, (y de ésta
salida por el Macizo de Ubiña hace un par de semanas); el viento atrevido en el
rostro, el sol atenuante de esa brisa mientras bajábamos felices de alimentar
nuestra alma inquieta por descubrir todos, todos los secretos...
2 comentarios:
Que buena entrada. Nos haces respirar y oir el aire que sale de tus fotos.
A estas horas seguro que está nevado. Y eso es.... bueno.
Un abrazo
Está nevado. Los del Refu de Meicin así lo hacen saber. Ya tienes la nieve que tanto deseabas Vitor. Me alegra que te guste la entrada. Saludin.
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