Explorando a las puertas del Parque Natural de Redes , descubrí una senda a la derecha de la carretera, 5o metros arriba del pequeño y encantador pueblo llamado Ribota.
En los tramos sombríos hay placas de hielo, el agua fluye por todos los rincones, el olor a tierra y madera mojada es muy intenso. Asturias es sencillamente maravillosa. Las montañas espectaculares: blancas, blanquísimas, muy nevadas; el cielo totalmente azul, despojado de todo y el sol brillando y cantando.
Os dejo un enlace para que tengaís toda la info necesaria en caso de querer disfrutar de estos parajes y todo cuanto en ellos coexiste.
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