Mientras desayunaba al lado de mi tienda sentada en la verde hierba, los escaladores delante del refugio preparaban todo su material. Se colocaban los arneses y colgaban las cintas express, los mosquetones, las escaleritas, los cascos, los pies de gato, llenaban sus hidros y cantimploras en la fuente. El sonido de todo ese trajín, escuchar los preparativos y ánimos para trepar de unos y otros es un ambiente mágico. Fui al "peñón de la cobertura". Estaba tomando el sol y mirando como escalaban varios grupos desde bien tempranito El Urriellu. Estaba despejado y lucía la gran estrella Sol.
Guau!
De pronto un escalador caía y caía y con él la piedra que se había desprendido de la pared al agarrarse para ascender, era una piedra de considerables dimensiones. Voló como diez metros. El golpe fue tremendo. No tardó muchó en bajar por su propio pie a pesar de las heridas y golpes del impacto contra la pared del Urriellu. Cuando llegó a el refugio le arropamos, el hombre pidió un cigarro, temblaba y tenía un dedo machacado y abierto, uff. Algunas magulladuras pero nada grave al menos que se pudiese apreciar. El helicoptero tardó en llegar lo que el tipo en fumarse tembloroso el cigarro.
Llegaron al fin Fer y los demás amigos: Karlitos, Alan, Gelu, Floro, Gallu y Nacho; curiosamente todos somos a día de hoy miembros del http://FURAKUBLOCK.blogspot.com.
Ellos traían todo el material, las cuerdas y demás. Yo para escalar había llevado mis gatinis, un ocho azul que estrenaría y un mosquetón. Iba a ser mi primera escalada en una gran pared de varios largos.
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