domingo

*CAMINAR SIN PARAR II

De vez en cuando ajustaba la mochila,tomaba un poco de agua, miraba el mapa y me decía a mi misma que lo peor había pasado, la carretera estaba atrás y que ahora estaba donde quería estar, por senderos más o menos salvajes,haciendo lo que más me gusta y que me quedaba poquito. La mochila me resultaba muy pesada e incómoda, tan solo veía el sendero y poco más, la nieblina humedecía mi ropa, así que paré para ponerme el Gore.
Me dolían los hombros, entonces cargué esta vez el peso de la mochila sobre las caderas, estaba algo cansada;pero mi sueño lo estaba haciendo realidad y ese es el motor que me empuja a seguir a pesar de la incomodidad y las dificultades que puedan surgir.
EL CIELO ES SIEMPRE AZUL
Pasada la Canal de Vallejo miraba a menudo el mapa, me había cruzado con un par de chicos que bajaban y no había visto a nadie más en todas las horas que llevaba caminando desde La Tenerosa. El sendero estaba muy marcado así que por las indicaciones sabía que iba bien.
Ya en los zig-zag que marca el mapa estaba realmente cansada y hambrienta. Paré y saqué de la pesadísima mochila el trozo de bocadillo de queso Cabrales que me había sobrado. Me senté sobre una piedra, la niebla me rodeaba, hacía fresquito, estaba encantada.
Escuché voces y poco a poco las escuchaba más cercanas. De entre la niebla apareció una pareja justo en el último bocado del bocadillo. Entablamos conversación y decidimos tirar los tres juntos para arriba. Eran gallegos, venían desde Bulnes y ligeros de mochila. Me contaron sitios en los que habían estado y yo a ellos en un parar y seguir caminando. También estaban cansados. Cada peñón tamaño casa que divisabamos entre la niebla a lo lejos, nos preguntábamos si sería al fin el refugio, así como en seis ocasiones. Fue divertido. Hasta que un ruido, el del generador del refu ya nos confirmaba que habíamos llegado.
Al fin estaba en Vega Urriellu.
Estaba al ladito del Urriellu y no podía verlo.
Había mucha gente, conocidos y también los militares de Jaca.
Ahora me tocaba montar la tienda que esa fue otra con tanta piedra.

No hay comentarios: