martes

GIRÓ NOVENTA Y VOLÓ

A respirar la tarde. Palpitar con las hojas de los robles, castaños, avellanos.

Un paso tras otro en la paz del bosque, recolectando  entre  hojas secas y  carnosas setas, algunas castañas y avellanas que el otoño... nos deja, nos da.
 
 
Unas finas ramas se sacuden. Instintivamente alzo la mirada hacia el lugar donde el movimiento  causa el sonido.  
 Un águila se deja caer casi, casi hasta el suelo.
Plumas marrones claroscuras. Cae sin llegar a tocar la tierra. Gira noventa, hasta orientar  su vuelo a lo largo del sendero  dulce.
 
Planea, quiero seguirla pero... quietud, equilibrio, aleteo armonioso  y elegante. Flautas traveseras, arpas.
Abro los ojos más, no respiro, solo quiero que ella con su presencia me invada lo más que pueda. Se aleja, se hace pequeña, pequeñita, la pierdo, ya no la veo, se fue.
Me colmó.
 
 
 
 
Libélulas, verdor, aroma de madera viva.

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