RuEDa La BiCiCLeTa

Clik, clik enlace, nueva pestaña, clik de nuevo, cinco pestañas más, poco sueño, mucha curiosidad. Busqué, indagué y rebusqué información en la red.

Tras hacer una recopilación expongo aquí una síntesis de lo que me resulta más relevante y peculiar. Como parte fundamental de la bicicleta no se pude obviar la rueda, así que comenzaré contando una pequeña historia.

Sobre la rueda
La rueda más antigua que se conoce apareció en Ljubljana (Eslovenia). Data de hace 5.350-5100 años. Hasta entonces las ruedas más antiguas que se habían encontrado fueron en Alemania y Suiza y son sólo un poco más modernas que ésta.
Los Incas y los aztecas se las arreglaban bastante bien sin las ruedas pero el descubrimiento de la rueda proporcionó una gran ventaja diferencial a las culturas que la poseyeron.
Los mayas la utilizaron primero en juguetes, y sobre el año 650 logró altos niveles de sofisticación en ella.
Sus primeras aplicaciones eran el uso en los carros y carretas. Fue entonces cuando los caminos adquirieron gran importancia.

Sobre la bicicleta
Los testimonios más antiguos sobre la bicicleta se remontan hasta las antiguas civilizaciones de Egipto, China e India.
Posteriormente, en 1490 en un apartado de la obra " Codez Atlanticus " de Leonardo da Vinci ya aparecía un dibujo de una bicicleta. Leonardo ya pensó en una transmisión de cadena como en las que se utilizan en la actualidad. Estos dibujos fueron dispersados por el tiempo y quedaron recopilados sin orden ni concierto en la biblioteca Ambrosiana de Milán.
300 años después el Conde Mede de Sivrac materializó un invento mucho más rudimentario que el de Leonardo para divertimento de la nobleza por las calles de París. La llamada Célérifè. El artefacto que data de 1790 estaba construido con dos ruedas de madera alineadas, montadas en las extremidades de una vigueta de un metro de largo, sin manillar que permitiese establecer la dirección, y sin pedales.
Poco a poco, fue mejorándose la rudimentaria construcción inicial hasta llegar en 1816 a lo ideado por Karl Von Drais. El aparato tenía un sistema de dirección móvil que facilitaba cualquier maniobra sin necesidad de detenerse. La Drasiana, así se llamó a esta bicicleta, tenía además sillín, cosa que era de agradecer entre los usuarios. Los primeros compradores fueron nobles que popularizaron en su entorno la Drasiana.
Desde la creación hasta nuestros tiempos la evolución ha sido notabilísima. Falta eso sí tener una cultura de bicicleta como transporte ecológico y sostenible.
Muchos grupos y asociaciones trabajan para que las ciudades progresen.