Amanece el otoño

Amanece el otoño y los días ya son al despertar, días de niebla y viento fresco. Este sábado en principio me pareció que cabía la posibilidad que lloviese, pero según fue pasando el tiempo el sol hizo aparición entre las nubes y las fue dispersando.

Había quedado con mi amigo Floro para hacer la Ruta del Alba y así él probar su nueva bike de montaña Conor. Y tuvimos suerte con el tiempo, ni frio ni calor, el ideal para pedalear.

Esta ruta es terreno propicio para ello. Un tramo de pista otro de tierra y piedras pequeñas, otro de piedras guapas que hacen extremar al máximo la atención y sujetar bien el manillar, otro de peñascos, escaleras... Hay de todo. Hasta la mitad más o menos está bien para pedalear, luego hay que tirar un poco de ella caminando, aunque bien merece la pena hacerlo porque el paisaje es muy bonito. Saltos de agua, el aroma del bosque húmedo, las castañas caidas, las hojas que ya hacen alfombra en el camino...

La subida fue guapina, no hay mucho desnivel pero tampoco es regalada. La bajada superguapa con la rueda trasera bailando para todos los lados, derrapando y vibrando el manillar en el terreno agreste, una gozada. Floro iba a toda pastilla y yo que soy un poco perika también, aunque siempre con prudencia, porque es una ruta bastante transitada.

Ina gozó como una enana siguiendo rastros, bañandose en las pozas. Acabó rendidita.

La Conor que mi amigo Floro se compró en Bicis Juan va de cine.

Música del vídeo: Güeria