Que bonita ciudad. Hacía añísimos que no la pisaba. Volver ha sido redescubrirla. El Alcázar es impresionante, El Acueducto no se describe con palabras, los campos ocres que rodean Segovia juegan con la luz para regalar postales vivas.Y del préstamo de las bicis, decir que me tocó la china en el zapato. Llevan poco más de mes de pruebas con el sistema de sms. Un caos. Una pérdida de tiempo total por fallos del sistema.
Al final, final, final de todo...Cuando, logré hacerme después de la odisea con una "bici de motor", fue una gozada, ya que las calles en Segovia son todo subidas-bajadas. En las subidas a la segunda pedalada la bici acelera sola y va rauuuda!
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