Montañas más altas, hielos perpétuos, viajar un poco más lejos de lo habitual. Cruzar la frontera de mis propios límites. Descubrir por mí misma como se mueve el mundo y las gentes en esos otros lugares desconocidos para mí. Caminar y caminar, para observar y retener en las entrañas de mi alma, en lo recóndito de mi más primitiva célula, las sensaciones y salvajes reacciones propias ante lo desconocido y novedoso. Sentir libertad haciendo camino, pues como escribió Machado; se hace camino al andar...
Camino en su máxima expresión.
Zona de grandes blokes y senderos poco transitados para ir a Mer Glacé. Ruta: Chamonix- Montenvers.
Todo es hielo en constante movimiento, una gran autopista de hielo.
Mer Glace.
Magnetismo salvaje.
1 comentario:
Envidia y recuerdos.
Un "paseo" con la moñaca de tres años.
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