¿DEPORTES DE RIESGO?

Nuevas Sensaciones
Cueva de Aso 23.01.04
Pirineos

La naturaleza es soberana y de poco o nada sirve tener experiencia en la montaña, en el mar o en una cueva a 300 metros bajo tierra cuando de pronto hay una crecida de agua muy caudalosa, una tormenta de nieve y vientos de más de 100 km/hora o una invisible atmósfera enrarecida por monóxido de carbono.
Pero las personas que hacemos montañismo, escalada y demás llamados deportes de riesgo, no buscamos en nuestra actividad rompernos las costillas, ni sumirnos para siempre en el dulce sueño que provocan esos gases enrarecidos.
Suceden accidentes en la mayoría de los casos por imprudencias, o desconocimiento, no porque seamos unos osados que en cada salida nos queremos jugar la vida a cara o cruz.
Hacemos estas actividades para disfrutar en nuestro tiempo de ocio, desconectar de lo cotidiano y llenarnos de hermosos paisajes , del tacto de las diferentes rocas, de las estrellas fugaces, del canto de los pájaros, del trotar de un asturcón en verdes praderas; superación deportiva y personal e imnumerables razones que se me quedan en el teclado. Razones positivas que nos amplia el espacio de felicidad y bienestar que nos hace ser mejores personas.
Hay que tener prudencia siempre.
En el caso de la montaña preparar las salidas con antelación.
Los mapas son de gran utilidad, ya que nos sitúan sobre el terreno que caminaremos, marcándonos los desniveles, fuentes,collados, valles, ríos, refugios, etc. En internet también se puede recabar mucha información, ver fotografías...
La informacón meteorológica es algo que relativamente nos puede aportar una pista fiable a la hora de preparar el material y la ropa dependiendo de la estación del año en la que nos encontremos. Así pues no es lo mismo hacer una mochila para salidas de verano que en pleno invierno. También hay que tener en cuenta los días que vamos a realizar la actividad. Si dormiremos en regugios, albergues o portaremos nuestra propia tienda.
La comida, el gas, el frontal , las pilas,una manta térmica... Pequeñas cosas, necesarias o no dependiendo como decía de el proyecto.
Ser sinceros con nosotros mismos ante las posibilidades de nuestros retos y sobre todo en un momento dado renunciar.
Informar a la pareja o la familia de lo que haremos y por donde iremos.
Sobre todo sentir esa libertad que producen las cosas que hacemos porque verdaderamente nos gustan y seguir los métodos de seguridad básicos al menos, así como hacemos cuando cruzamos una calle por el paso de peatones , o no dejamos sobresalir de la vitrocerámica el mango de la sartén con aceite caliente.
Peligros, accidentes...

No somos kamikaces, solo lo parecemos.

Rio Bellós

23.01.04

Pirineos